Por Manuel Gross Osses
El penoso espectáculo de desnutrición y enfermedades que muestran los perros abandonados deambulando por las calles de Villarrica es muy deprimente para cualquier ciudadano con el corazón bien puesto y, lo que es peor, constituye una pésima “enseñanza” para los niños, que no pueden entender esta doble moral colectiva que en la escuela les predica el amor por los animales pero en que en sus barrios, y muchas veces en sus propios hogares, practica a diario el maltrato físico y psicológico que los "adultos" infieren a los animales domésticos.
La noble misión en que están empeñados la institución dirigida por la Sra. Sonia Schmidt y el Grupo de Amigos de los Animales sólo tendrá un éxito relativo y que nunca estará concluida mientras haya tantos individuos carentes de sensibilidad hacia la vida de los animales (lo que implica muchas veces también un desprecio hacia la vida de otros seres humanos, como se ha determinado en estudios científicos).
La gran cantidad de perros abandonados a su suerte se corresponde con igual o mayor cantidad de sujetos insensibles incapaces de entender que un mínimo de responsabilidad por un animal doméstico es satisfacer sus necesidades de agua y comida además de atender a su higiene y salud.
Tal como la Humanidad ha convenido acerca de los derechos humanos y en los derechos de los niños, también se ha promulgado una Declaración Universal de los Derechos de los Animales aprobada por la UNESCO y las Naciones Unidas en octubre de 1978, cuyos principales acápites son los siguientes:
- Todos los Animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia.
- El hombre, en tanto que especie animal, no puede atribuirse el derecho a exterminar a los otros animales o de explotarlos violando ese derecho.
- Ningún Animal será sometido a malos tratos ni a actos crueles.
- Todo Animal de trabajo tiene derecho a una limitación razonable del tiempo e intensidad de trabajo, a una alimentación reparadora y al reposo.
Además, considerando que todavía en Chile tenemos “tradiciones” e incluso mal llamados “deportes” que perpetran cobardes maltratos y torturas a animales indefensos, los ciudadanos más responsables deberían tener en cuenta lo siguiente:
- Ningún Animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre.
- Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirven de Animales son incompatibles con la dignidad del Animal.
- Los organismos de protección y salvaguarda de los Animales deben ser representados a nivel gubernamental.
- Los derechos del animal deben ser defendidos por la ley, como lo son los derechos del hombre.
(Publicado en el diario el Correo del Lago, de Villarrica, el sábado 27 de enero de 2007)