2017-10-19

Siete consejos para usar las redes sociales corporativas.

7 consejos para usar eficazmente las redes sociales corporativas. 

Por Javier Díaz (disan).

Aprendizaje y Conocimiento.

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Siete consejos para usar las redes sociales corporativas

Para un creciente número de personas, las redes sociales se están convirtiendo en entornos naturales de relación y colaboración y por ello muchas empresas empiezan a prestar atención a cómo sacar provecho a partir de estos nuevos hábitos sociales.


Aún estamos lejos de que desaparezcan los prejuicios acerca del uso de las redes sociales en el ámbito corporativo, pero la existencia en el mercado de varias soluciones profesionales y su rápida adopción por parte de muchas empresas son síntomas inequívocos de que sus ventajas superan a los posibles inconvenientes.

Los ejemplos más significativos son Yammer y Socialcast, dos opciones interesantes para mejorar la transferencia de conocimientos entre las personas de una organización.

No obstante, permíteme hacer una observación antes de continuar. Puedo decir sin temor a equivocarme que si la integración de estas herramientas colaborativas en las dinámicas de trabajo de tu empresa obedece tan solo a una decisión basada en “estar a la última” tecnológicamente hablando, el fracaso está garantizado.

Debo insistir en que la inteligencia colaborativa de la que se nutren estas herramientas, solo puede ver sus frutos si nuestro modelo de empresa respira este clima por cada uno de sus poros.

Seamos claros, usar una herramienta 2.0 no nos convierte en una empresa 2.0, de modo que solo serán útiles dentro de una cultura organizativa orientada a la colaboración y la transparencia.

En cualquier caso, al margen de que el uso de estas herramientas colaborativas esté alineado con nuestra cultura empresarial, conviene ser conscientes de que pueden producirse situaciones críticas originadas por malos entendidos o por la política de privacidad de la empresa ante determinados temas. La razón podemos encontrarla en los principios en los que las redes sociales basan su funcionamiento, es decir, conectar personas y aumentar sus posibilidades comunicativas.

De modo que seamos justos, el riesgo no viene originado por las herramientas sino por la materia gris que hay tras ellas, es decir, las personas que hacemos uso de ellas. Se trata de un riesgo inherente a la condición humana y a su capacidad de discernimiento entre lo que es correcto y lo que no. Pero podemos anticiparnos a estas situaciones y ayudar a que todo fluya de manera adecuada.

Debemos tener en cuenta que la naturaleza de las interacciones entre las personas de una empresa no es equiparable a las interacciones que mantenemos en nuestras redes sociales personales, por más que usemos herramientas similares.

Por esta razón parece más que justificado delegar en profesionales internos o externos, con conocimientos avanzados, la creación de una guía de buenas prácticas así como el diseño de acciones de difusión interna para dar a conocer cómo y para qué se manejan estos entornos. Recuerda lo que comentaba antes, la transparencia resulta imprescindible.

Llegados a este punto, si te planteas incorporar en tu empresa alguna de estas redes sociales corporativas, espero que algunos de los siguientes consejos puedan ayudarte a que este entramado de aportaciones individuales apunten a un objetivo común
 
  1. Explica con claridad los usos concretos que pretendemos dar a la herramienta. Estos usos deben ser congruentes con la política de la empresa.

  1. Ofrece formación y asesoramiento a quien lo necesite (podemos apoyarnos en “embajadores” dentro de nuestra empresa ya que pueden ayudar como dinamizadores y prescriptores).

  1. Implica a toda la organización, desde los niveles más básicos hasta la dirección, ya que debe formar parte de la cultura organizativa y ésta debe ser compartida. Esto no significa imponer su uso, ya que la obligatoriedad suele ser mal acogida, pero sí dar la suficiente difusión como para que todos los trabajadores puedan tener un acercamiento progresivo.

  1. Permite que las personas de la empresa puedan sugerir nuevos usos no previstos inicialmente.

  1. Crea un espacio reservado para que toda la plantilla pueda compartir ideas de mejora sobre las líneas de negocio de la empresa.

  1. Usa esta herramienta para publicar comunicados dirigidos a toda la compañía. Esta medida puede estimular el interés de aquellos que inicialmente muestren ciertas resistencias.

  1. Reserva algún espacio para que se puedan tratar temas más informales. Al igual que en una oficina no siempre hablamos de trabajo, en estos entornos virtuales también debe existir espacio para temas más informales (todo en su justa medida). Es importante conectar a las personas, que encuentren afinidades, que puedan ser auténticos y para eso los usuarios deben sentirse cómodos.

Si pinchas aquí puedes descargarte un ejemplo de guía de buenas prácticas creada por la universidad de Michigan.

Javier Díaz Sánchez
16 octubre 2012

Acerca de Javier Díaz (javierdisan)

Psicólogo, beta-experto en aprendizaje mediado por las NNTT. Trabajando por impulsar la innovación a través de la gestión del conocimiento. Los verbos que definen mi día a día son aprender, analizar, pensar, conectar, crear, ilusionar y, sobre todo, compartir.

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Fuente: Aprendizaje y Conocimiento 

Imagen: Social media things


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