2018-10-25

Algoritmos en redes sociales. Los daños de la manipulación tecnológica.

Algoritmos, el enemigo común. 

Por Lucas Aisa. 

Calvo con Barba.

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Algoritmos en redes sociales. Los daños de la manipulación tecnológica

Mucho hablamos del “daño” que los algoritmos están causando a la presencia de las marcas en las redes sociales limitando su alcance, pero ¿alguien se plantea el “daño” que causan en los usuarios?


Si, entrecomillo ambos “daños“, porque realmente es una manera bastante perversa de denominar sus efectos, como si nos estuvieran usurpando algo a lo que tuviéramos derecho –marcas y usuarios– cuando en realidad no lo es.

Lo que ocurre es que nos hemos vuelto vagos. Ambos. Las marcas pretenden que con una acción relativamente simple y pseudogratuita –publicar– su mensaje llegue a cientos (o cientos de miles) de usuarios.

Las personas creemos que si alguien por quien hemos mostrado interés en una determinada red social –como si dar un “me gusta” fuera mostrar interés en estos tiempos…– deberíamos recibir (gratuitamente, claro) todo lo que publica en dicha plataforma, buffet libre –all you can eat– style.

Y no, ni en un caso ni en otro ese pensamiento es correcto. O al menos yo no lo veo correcto.

Las marcas deben ganarse el derecho de formar parte de los contenidos a los que los usuarios tienen acceso, las plataformas tienen todo el derecho a filtrar lo que nos muestran según sus propios intereses, y los usuarios deberíamos ser algo más proactivos a la hora de consumirlos.

Pero, igual que decía en el post anterior, una vez más delegamos ese esfuerzo en las máquinas. Y luego vienen las quejas.

Las marcas –las agencias– poniendo más esfuerzo en intentar ser más listas que los algoritmos (“We don’t market to people anymore. We market to algorithmsdecía Kodi Foster, senior VP of data strategy de Viacom en el PSFK CXI 2018 en New York hace unos meses).

Y los usuarios consumiendo sin filtros todo lo que los algoritmos nos ponen en el plato, viviendo en un estado permanente de miopía digital, ya que solo vemos aquello que está alineado con nuestras acciones anteriores, que son las que alimentan al algoritmo, sin darnos cuenta de que eso limita nuestra forma de ver y entender el mundo, y por lo tanto también nuestras acciones futuras.

Yo recuerdo –de hecho sigo usando, ya me disculpareis este momento abuelo cebolleta– cuando la norma era usar feeds RSS y un lector de feeds (Feedly y ApplePodcast/Overcast, en mi caso), para consumir los contenidos que nos interesaban. Y funciona, al menos con los de blogs y podcasts.

Pero claro, eso implica un mínimo esfuerzo por mi parte, ya que tengo que bichear por mi cuenta para descubrir nuevas fuentes, curiosear su contenido, decidir si realmente me interesa o es flor de un post, y en caso afirmativo agregar su feed (el de este blog es http://calvoconbarba.com/feed/ por si alguien se lo preguntaba) y categorizarlo.

A partir de ahí la relación ya es directa, sin intermediarios ni algoritmos que “piensen” por mí.

Porque realmente los algoritmos no piensan por nosotros, piensan por su creador. Todos los algoritmos han sido programados por alguien, y ese programador tiene su propia agenda, que no tiene por qué coincidir necesariamente con la tuya. Valgan para ilustrarlo dos ejemplos recientes:

1.- Firefox se carga los feeds RSS/Atom (algo que ya hicieron hace tiempo Apple, Google, Twitter…) amparándose en su bajo uso (del hecho de que si todos usáramos lectores RSS no habría muchos datos que recoger no dicen nada…)

2.- Facebook reconoce –después de haberlo negado al principio– que la información que recoja a través de Portal (su versión de altavoz activado por voz –para intentar competir con los de Amazon, Google o Apple– que incluye videoconferencia via messenger) podría ser utilizada para lanzarnos anuncios segmentados en facebook (o en otras de sus plataformas)

¿Lo vas pillando? Cambios orientados en su propio beneficio, vestidos de ventajas para el usuario, para que entren mejor.

Así que mueve el culo, piensa por ti mismo, y toma el control del contenido que consumes. No cedas esa responsabilidad a la máquina de otros. Es tu mejor manera de demostrarle a sus autores –usuarios y marcas– qué te importa, qué te gusta y qué te aporta.

Y si encima, una vez consumido, lo compartes, miel sobre hojuelas. No hay mejor propina. Y de rebote, hasta tus amiguitos lo agradecerán porque descubrirán un blog, una marca o a un usuario que quizás no conocían.

Si el algoritmo les muestra tu publicación, claro. Que igual él sabe algo que tú no. Que no les importas a tus amigos tanto como te creías…

Paz!

Por Lucas Aisa. 
Posted on 22/10/2018

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Lucas

CBO at CeConBe Marketing Services
Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Harlysta y esquiador. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.
Lucas Aisa
Consultor de Marketing Digital, Estrategia de Negocio y Experiencia de Cliente en entornos sociales (2.0).
Zaragoza y alrededores, España
https://www.linkedin.com/in/lucasaisa/
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No especificada.

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Fuente: Calvo con Barba

Imagen: algorithms-technology


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Lucas Aisa
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