2018-05-30

Cambio de actitud: De mentalidad fija a mentalidad de crecimiento.

Cambio de actitud.

Por David Barreda.

Procesos y Aprendizaje.

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Cambio de actitud: De mentalidad fija a mentalidad de crecimiento

Hace unos meses, a principios de año, escribía un post llamado “No me llames crack”, inspirado en la lectura del libro “Mindset, la actitud del éxito” de la Profesora Carol. S. Dweck.


 “…ni bueno, ni malo, ni fuerte, ni débil,
le bastaba con ser inteligente…”
 ‘Una patada en la rodilla’, de Fátima M. Roldán

El libro, cargado de anécdotas y casos reales, viene a recoger las conclusiones de esta investigadora sobre dos tipos de mentalidades: la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento.

Te recuerdo que la mentalidad fija refleja una concepción estática de la inteligencia, esto es, tienes la inteligencia que tienes, la que te ha “tocado” y listo. Así, si consideras que tienes ‘mucha’ estás deseando hacer gala de ella, y si por el contrario crees que tienes ‘poca’ tiendes a esconderte para no quedar en evidencia.

Tanto en un caso como en otro, el concepto de ‘fracaso’ en esta mentalidad tiene un efecto de “no vales”, y el ‘esfuerzo’ es percibido como un síntoma de “debilidad” o incapacidad para afrontar un determinado reto.

Por el contrario, para la mentalidad de crecimiento la inteligencia es dinámica y cambiante, y se puede desarrollar a través del aprendizaje. Así, el ‘fracaso’ se percibe como una información valiosa sobre aquello en lo que hay que poner el foco para seguir avanzando, y el ‘esfuerzo’ el medio para ello.

…tanto si crees que tienes una u otra mentalidad, el libro es altamente recomendable… primero porque lo mismo te llevas alguna sorpresa…, y segundo porque el libro merece la pena, la verdad.

El impacto de la actitud


Este fin de semana, por motivos de trabajo, he vuelto a repasar algunas partes de este libro, pero esta vez con el foco puesto en las claves que la autora comparte sobre cómo pasar de una mentalidad fija a una mentalidad de crecimiento. En este sentido, el cambio actitudinal cobra un papel determinante.

La actitud es una de las maneras que tenemos las personas de evaluar y afrontar las cosas. De manera muy simplista: si algo me parece bien activo una actitud favorable, y si algo me parece mal activo una actitud desfavorable. Así, la actitud es el adjetivo de la conducta, lo que la configura de una forma u otra, lo que la hace diferente y le da un determinado sentido.

Desde hace tiempo estoy convencido de que la actitud que mantengas ante algo condiciona las expectativas, el comportamiento y en consecuencia los resultados. Así, aunque los resultados sean favorables o desfavorables, mantendrán los matices actitudinales de la conducta que los originaron, generándose unos efectos positivos o negativos según estas, y paralelamente de que el propio resultado haya sido bueno, regular o malo.

La actitud condiciona tus pensamientos, y a su vez, tus pensamientos condicionan tu toma de decisiones, y tus decisiones guían tus conductas, y tus conductas generarán unos determinados efectos y resultados. Así, el impacto de la actitud inicial es determinante en aquello que generamos en nuestra vida.

Redefiniendo el ‘cambio de actitud’


Uno de los impactos que este libro está teniendo sobre mí, y que descubro tanto en mis experiencias personales como en el desarrollo que le doy a estos pensamientos en mi trabajo, es la redefinición de “cambio de actitud”.

Antes de nada, tengo que reconocer que nunca me he sentido del todo satisfecho con la dicotomía “actitud positiva” vs “actitud negativa”.

Es verdad que una actitud positiva (casi) siempre ayuda más que una actitud negativa, pero en muchas ocasiones me parece que detrás de la invitación a vivir las cosas con una actitud positiva se esconde una invitación a ‘forzar la sonrisa’ a pesar de las circunstancias, aunque lo que te esté pasando sea una putada atómica.

Esto, según los casos, puede ser uno de los peores actos de cinismo que se puede tener con alguien que pudiera estar viviendo alguna situación complicada y a quién se le invita a que vea las cosas con ‘actitud positiva’.

Frente a esta postura de actitud positiva/negativa, propia de la industria del optimismo que impera hoy día, la Profesora Dweck nos habla de “actitud de aprendizaje” vs “actitud de no aprendizaje”, que nos lleva a desarrollar una mentalidad de crecimiento o una mentalidad fija, según el caso.

Ya no se trata de incrementar nuestros niveles de “complacencia” con lo que nos ocurra, sino de incrementar nuestros niveles de “aprendizaje” con respecto a lo que nos acontezca.

Pero, ¿Cómo podemos desarrollar esta actitud de aprendizaje que nos generará una mentalidad de crecimiento?

Cambiar la mentalidad


Tratando de responder a la anterior pregunta, comparto algunas de las cosas que más me han llamado la atención sobre qué variables podemos trabajar para cambiar a un modo “mentalidad de crecimiento”…
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  • La “mentalidad de crecimiento” se basa en la “creencia en el cambio”, en que nuestra inteligencia es dinámica, está en desarrollo y es susceptible de ser modelada. Así, la naturaleza del cambio vendrá determinada por el sistema de creencias de cada persona.
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  • Las creencias operan a nivel consciente e inconsciente, esto es, que lo mismo no piensas de forma explícita que la vas a cagar… pero implícitamente actúas y vives para cagarla, y terminas cagándola, claro… así que ojo, que una cosa es lo que dices y otra lo que haces y cómo lo haces.
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  • El nivel de consciencia de cada persona sobre su sistema de creencias le permitirá trabajar sobre ellas. A mayor nivel de consciencia sobre uno mismo, nuestros recursos y nuestros contextos, más posibilidades de aprendizaje.
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Las viejas creencias no se eliminan quirúrgicamente, extirpándolas sin dejar rastro. Debemos considerar que las creencias nuevas suelen hacerse sitio junto a las antiguas, haciéndose estas últimas más fuertes conforme vamos generando determinados hábitos que las consolidan.

Pero las antiguas no desaparecen, e incluso emergen en algunas ocasiones originando alguna crisis y sentimientos de retroceso.
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  • Las personas con mentalidad de fija mantienen monólogos internos que se enfocan fundamentalmente en “juzgar”, juzgan y se están juzgando continuamente. Sus interpretaciones se basan esencialmente en el “soy válido” o “no soy válido”.
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  • Las personas con mentalidad fija suelen llevar interpretaciones más extremas de lo que les ocurre, en clave de juicio, manifestando sentimientos exagerados de ansiedad, depresión o superioridad.
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  • Las personas con mentalidad de crecimiento también son sensibles a la información positiva o negativa que les llega, pero en clave de aprendizaje y acción constructiva.
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  • Aprender sobre cómo funciona nuestro cerebro y la mente, qué hábitos le vienen bien y cuáles son nocivos, es otra variable que suma en el desarrollo de la mentalidad de crecimiento.
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El cambio no es fácil.


Muchas personas se aferran a su mentalidad fija porque en algún momento de su vida este tipo de mentalidad les resultó de gran utilidad (les reafirmó quiénes eran, qué grado de inteligencia y valía tenían, cómo hay que ser, etc.).

Por el contrario, asumir una mentalidad de crecimiento (aprendizaje) implica ir más allá de lo que conocemos sobre nosotros y nos resulta familiar, algo que nos puede resultar incómodo y generarnos ciertas inseguridades.
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No solo vale con querer tener una “mentalidad de crecimiento”, también es necesario concretar las acciones que te llevarán a ella.

Como se dice en el libro “…piensa en algo que necesites hacer, o en algo que quieras aprender, o en un problema con el que tengas que enfrentarte…”, ahora, ¿Qué es?, descríbelo… y luego ¿Qué harás?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde?… define las próximas acciones que te llevarán al siguiente paso, de lo contrario… todo será una fantasía.
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Los contratiempos, en un proceso de aprendizaje, son naturales. Igual que no se le dice a un bebé que es tonto porque no sabe hablar, no puedes juzgarte negativamente por tu incapacidad a la hora de enfrentar una situación nueva para ti y que estás aprendiendo. Eso quiere decir que detrás de los reveses con los que te encuentres y lo mal que te sientas en ese momento, solo te queda levantarte y continuar.

Recuerda que las cosas más creativas y constructivas suelen salir de las peores crisis. Cuando te enfrentas a algo nuevo, lo normal es que no estés preparado para ello. La estrategia, de nuevo, está en el aprendizaje de los nuevos recursos y escenarios que vayas generando.

La mentalidad de crecimiento implica vivir asumiendo que “el mundo no te debe nada”, si quieres algo, deberás ir a por ello.

La mentalidad de crecimiento implica vivir asumiendo que “la vida no es perfecta”, mi vida no es perfecta, tu vida no es perfecta… la mentalidad de crecimiento está abierta a escuchar lo que normalmente NO nos apetece escuchar. Suele ser en las imperfecciones donde se encuentran los siguientes niveles de desarrollo.

  • En la mentalidad de crecimiento la clave está en el proceso, más allá del resultado.
  • La fuerza de voluntad no es suficiente sin un propósito adecuado. En la mentalidad fija la fuerza de voluntad parece bastar para conseguir un objetivo, pero una fuerza de voluntad sin un propósito quizás nos lleve a una inversión de energía en aspectos superficiales y no importantes que puede terminar agotándonos.
  • La mentalidad de crecimiento no es reactiva, es proactiva, y tiene en el autocontrol uno de sus recursos más preciados.
  • El cambio no se produce, el cambio se mantiene, ahí está el reto.
  • El cambio necesita, además de esfuerzo, conexión con otras personas y ayuda mutua.
  • Para las personas con mentalidad de crecimiento, siempre hay oportunidad de aprendizaje.
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.…y yo solo espero, que te haya resultado útil este post, y que a partir de ahora, más que de actitud positiva y actitud negativa… hablemos de actitud de aprendizaje y cambio de mentalidad.
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No es fácil, no es imposible… es necesario…

Por David Barreda
21 mayo, 2018

David Barreda Carrillo

Formador, Coach, facilitador de procesos de desarrollo personal para el empleo y marca personal. Procesos de Inteligencia Emocional colectiva.
 Huelva y alrededores, España.
 Formación profesional y capacitación.
Actual: Procesos y Aprendizaje.
Anterior: EMCOFEANTRAN, Centro de Estudios Academo, Centro de Formación del Profesorado_Huelva-Isla Cristina.
Educación: Universidad de Huelva.
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Fuente: Procesos y Aprendizaje

Imagen: Growth mindset change


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