2017-08-26

Cuatro recomendaciones para evitar la Falacia de McNamara.

La falacia de McNamara.

Por Fernando Bayón.

Blogs EOI.

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Cuatro recomendaciones para evitar la Falacia de McNamara

Robert McNamara articuló una teoría referida al examen de las decisiones por encima del hecho concreto de la toma de decisión. Una teoría conocida mundialmente como la falacia de McNamara, en la que trata de demostrar por qué las decisiones pueden tener éxito o están llamadas al fracaso.


McNamara fue secretario de Defensa de los Estados Unidos desde 1961 hasta 1968, unos años convulsivos en su país y en el mundo con la guerra de Vietnam como telón de fondo. Precisamente elabora su teoría de la falacia para explicar cómo Estados Unidos iba a perder esa guerra, como así ocurrió pocos años después.

Falacia significa engaño o mentira que se esconde bajo algo y toma especial significación cuando se pone de manifiesto su falta de verdad. Un argumento que parece válido pero que no lo es, aun teniendo en cuenta que un razonamiento basado en la falacia puede incluir premisas o conclusiones que sean verdaderas.

El razonamiento inválido de la falacia es especialmente peligroso por su argumentación lógica y por su formato compatible con la manera más normal de conversar y dialogar socialmente.

Sobre las falacias dice Adrian Triglia que en las últimas décadas se ha empezado a aceptar la idea de que la conducta irracional está situada en el centro de nuestras vidas y que la racionalidad es la excepción y no al revés.

La falacia de McNamara


Volviendo a la falacia de McNamara, veamos su enunciado y sus conclusiones. McNamara establece que:

  1. El primer paso es: medir lo que sea fácilmente medible. Lo cual lleva a una conclusión: esta premisa es correcta en sí misma.
  2. El segundo paso: descartar lo que no se puede medir fácilmente o darle un valor cuantitativo arbitrario y generalmente mínimo. Lo cual nos lleva a una segunda conclusión: esta premisa es artificial y conduce a errores.
  3. El tercer paso es: suponer que lo que no se puede medir fácilmente no es importante. De aquí extraemos la tercera conclusión: esta premisa representa absoluta ceguera y estupidez.
  4. Por último, el cuarto paso es: lo que no se puede medir fácilmente no existe. Su conclusión representa un suicidio seguro.

McNamara lo alimenta con el típico ejemplo de la guerra de Vietnam. Frente al dato cierto de que cada vez hay más bajas en el ejército enemigo y por eso se va a ganar la guerra, dejó de contemplar factores tan importantes como el resentimiento nacional frente al ejército de ocupación, el deseo de independencia o la moral elevada del enemigo, todos ellos factores no cuantificables y que al final causaron el triunfo vietnamita.

Cómo evitar la falacia de McNamara


Por todo ello podemos resumir algunas recomendaciones:

  1. Allá donde sea relevante, incluya datos no cuantificables, y más si se refiere a comportamientos de personas.
  2. No tome decisiones basadas exclusivamente en estadísticas. Acepte respuestas cualitativas.
  3. Las decisiones basadas exclusivamente en datos cuantificables no son más científicas y pueden resultar más erróneas. Son más exactos los informes que además incluyen datos no cuantificables.
  4. Lo no cuantificable mueve al resto del universo. Lo cuantificable mueve solo los recursos.

por Fernando Bayón
10 Jan 2017

Fernando Bayón

Doctor en Derecho y Catedrático de Organización de Empresas.
Experto en Turismo y Coach Profesional.
Director General en EOI Escuela de Organización Industrial
EOI Escuela de Organización Industrial
Universidad Complutense de Madrid
Madrid y alrededores, España
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https://twitter.com/fbayonmarine

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Fuente: Blogs EOI

Imagen: Logical fallacies


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