Las personas que son tan introvertidas como extrovertidas son más exitosas.
Por John Haltiwanger.
El Vaso Medio Lleno.
Las personas exitosas unen Extroversión + Introversión = Ambiversión |
Esta mañana vi a un amigo en el metro subterráneo, pero intencionalmente lo evité para que él no me viera (perdona, amigo). No soy una persona antisocial, pero cuando voy camino al trabajo no tengo ganas de hablar con alguien. Simplemente quiero ponerme los audífonos, abrir un libro y desconectarme.
Si hubiese hecho contacto ocular con el amigo mencionado, me hubiese sentido obligado a hablarle. Esto no hubiese arruinado mi viaje, porque en realidad siempre disfruto mucho la compañía de mis amigos, pero a veces la verdad es que lo único que necesito es tiempo para distenderme y vivir un momento bajo mis propios términos, quizás lo necesito más seguido de lo que me doy cuenta.
La soledad es vital para nuestra salud mental y bienestar general. Incluso si no podemos lograrla en un sentido físico, es rico buscarla cognitivamente. Pero muchas personas que me conocen lo pueden encontrar extraño. Después de todo, al término de la escuela secundaria la característica principal elegida acerca de mí por mis compañeros fue “Muy probablemente diga ‘Hola’!”
Desde que tengo recuerdo, he sido caracterizado como una “radio-parlante”. Y, para ser honesto, es una descripción bastante justa. Me encanta hablar, y siempre he sentido que la conversación es algo adictivo. He sido perpetuamente atraído hacia otras personas porque, francamente, les encuentro fascinantes.
Aparentemente, se podría decir que soy la clásica persona extrovertida.
Pero al mismo tiempo, poseo una considerable cantidad de rasgos introvertidos. No siempre siento la necesidad de estar en la presencia de otras personas, y encuentro una gran satisfacción en la soledad. A veces paso fines de semanas completos solo y me siento perfectamente contento. He viajado a otros países solo en varias ocasiones, he ido a numerosos paseos solo y a veces voy al cine a ver una película solo.
Pero nunca me he sentido deprimido ni avergonzado por ninguno de estos escenarios ya que genuinamente disfruto del tiempo que paso en mi propia compañía. Ciertamente, poseo tanto rasgos extrovertidos como introvertidos. En otras palabras, muy probablemente sea ambivertido , una personalidad híbrida que combina elementos de la introversión y de la extroversión.
La ambiversión fue designada por científicos sociales en los años 20’s del siglo pasado, es un tipo de personalidad frecuentemente pasada por alto a pesar de que muchas personas se sentirían identificadas con ella.
Si eres una de las personas que cae en esta categoría, probablemente eres un comunicador más fuerte, eres extremadamente adaptable y te sientes cómodo en una vasta variedad de contextos sociales. Por todas estas razones y más, tienes altas probabilidades de conseguir éxito en un buen número de áreas.
Las personas son demasiado dinámicas para ponerlas en una categoría.
A los seres humanos les encanta separar las cosas en diferentes categorías. Tomamos a las personas y, a pesar de todas sus idiosincrasias, decidimos que pertenecen a una determinada categoría. Pero ninguno de nosotros es tan simple. No todos los extrovertidos e introvertidos son idénticos en cuanto a su personalidad y a su comportamiento.
El mundo definitivamente sería un lugar aburrido si los humanos fueran exactamente definidos en términos tan absolutos. Habiendo dicho eso, algunos de nosotros somos claramente más extrovertidos que introvertidos y viceversa. Como dice el Wall Street Journal:
“Los rasgos de la personalidad extrovertida e introvertida caen en un amplio espectro. Los ambivertidos tienen rasgos introvertidos y extrovertidos, pero ninguno es dominante. Como resultado, tienen personalidades más balanceadas.”
Los introvertidos son típicamente introspectivos y necesitan una gran cantidad de tiempo a solas para recargarse. No son necesariamente misantrópicos, simplemente se realizan en soledad. Escuchan más de lo que hablan y usualmente son menos impulsivos.
Los extrovertidos son personas extremadamente sociables y tienen un apetito insaciable por la compañía de otros. Usualmente son el centro de atención y son aparentemente infatigables.
Los ambivertidos se llevan lo mejor de los dos mundos: Son excelentes lectores de situaciones y ajustan su comportamiento de acorde a ella. Como dijo Daniel Pink, autor de “Vender es humano: La sorprendente verdad acerca de mover a otros”, al Wall Street Journal:
“Es como ser bilingüe. Tienen un rango más amplio de habilidades y pueden conectar con un rango más amplio de personas de la misma manera que una persona bilingüe puede pasar del español al inglés sin problemas.”
Los ambivertidos poseen quizás una de las características más vitales de la vida: la fluidez. Son personas flexibles y se sienten virtualmente cómodos en cualquier contexto. El éxito tiene que ver en gran medida con la capacidad de seguir con la corriente, por lo que los ambivertidos usualmente son personas que se sienten muy realizadas.
El éxito en la vida se trata de encontrar el equilibrio.
Muchas personas podrían asumir que los extrovertidos tienen una ventaja innata en el mundo, particularmente en lo que es negocios y ventas, por su disposición a la conversación. Pero como destaca el Washington Post:
“Los extrovertidos pueden hablar mucho, pero escuchan muy poco. Pueden abrumar a otros con la fuerza de su personalidad. Algunas veces se preocupan demasiado por caer bien a otros y no lo suficiente por enfrentar y hacer las cosas que cuestan.”
Las ciencias sociales aparentemente confirman esto. El Dr. Adam Grant, un profesor de psicología organizacional en la Escuela Wharton de la Universidad de Pennsylvania, ha hecho una extensa investigación al respecto.
Sus descubrimientos sugieren que más de la mitad de la población, o alrededor de dos tercios de la población son ambivertidos. El resto cae más distintivamente en las categorías de introversión y extroversión.
Sus estudios también muestran que los ambivertidos son vendedores naturales. En un estudio realizado en Junio del año 2013 publicado en la revista Psychological Science, Grant observó a 340 representantes de centros de llamado.
Para empezar, el utilizó una prueba frecuentemente utilizada para determinar si una persona tiene más rasgos extrovertidos, introvertidos o ambivertidos. En seguida, monitoreó su desempeño en el trabajo durante varios meses siguientes.
Finalmente, encontró que los ambivertidos era decididamente más efectivos en concretar ventas. Ellos generaron un promedio de $208 USD por hora trabajada. Por otra parte, el promedio para el grupo completo del estudio fue de $138 USD.
El estudio concluye:
“Dado que naturalmente llevan un patrón de conversación y escucha flexible, los ambivertidos son más propensos a expresar suficiente asertividad y entusiasmo para persuadir y cerrar un negocio, pero también se inclinan más a escuchar los intereses de los clientes y son menos vulnerables a parecer sobre entusiasmados o sobre confiados.”
En otras palabras, sus personalidades balanceadas les hicieron muchos más adecuados para tener interacciones y conversaciones con otros.
El estudio de Grant revela una verdad fundamental acerca de la vida: El éxito se consigue a través de mantener un sano equilibrio en todo lo que hacemos. Los individuos más realizados y los grandes líderes entienden esto.
Deliberan y son decididos cuando es necesario, pero también saben reconocer cuando bajar un poco el tono y dar un paso hacia atrás. Por sobre todo son grandes comunicadores, en el sentido que saben muy bien cuánto hablar y cuánto escuchar.
La persona más ruidosa de la habitación no siempre es la más fuerte, como tampoco la más callada es la más inteligente. Hay matices en absolutamente todo, y los ambivertidos son la manifestación de ese hecho innegable.
A fin de cuentas, todos tenemos al capacidad de ser ambivertidos (la mayoría de nosotros ya lo somos). Sencillamente se trata de aprender a reconocer y responder al contexto.
Tomando una cita prestada de Bruce Lee:
“Vacía tu mente. Se sin estructura, sin forma – como el agua.
Si pones agua en un vaso, se convierte en un vaso. Si pones agua en una botella, se convierte en una botella. Si pones agua en una tetera, se convierte en una tetera. El agua puede fluir o puede chocar.
Sé agua, amigo mío.”
La clave a la supervivencia es la adaptación. Sé flexible. Dóblate, pero no te quiebres. Como lo puso Bruce Lee, sé como el agua.
via: John Haltiwanger
2015/07/30
John Haltiwanger
Editor
John Haltiwanger is the Senior Politics Writer at Elite Daily. He was born and raised in DC. John earned an MSc in International Relations from the Univ. of Glasgow and a BA in History from St. Mary's College of MD. He loves life, and burritos.© 2014 - El Vaso Medio Lleno.
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Fuente: El vaso medio lleno
Image: Brand persona
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