Ben Horowitz: La deuda de gestión.
Por Pablo A. Arango.Las Notas del Aprendiz.
La deuda de gestión: Las consecuencias futuras de decisiones irresponsables |
"Al ser el CEO de una startup, duermo como un bebé. Me despierto cada dos horas y lloro"
En el libro The Hard Thing About The Hard Things, Ben Horowitz expone el concepto, La deuda de gestión, y para explicarla usa un ejemplo proveniente del mundo de la informática: la deuda técnica. La deuda técnica ocurre cuando intentas ahorrar tiempo programando de mala manera, haciendo chapuzas.
En ocasiones se justifica tomar un poco de deuda técnica; por ejemplo, durante un fallo que necesitas restablecer lo más pronto. Pero siempre debes tener en cuenta la deuda contraída, porque eventualmente tendrás que pagarla y programar de manera correcta.
La deuda de gestión se crea cuando te enfrentas ante situaciones en donde la decisión correcta es impopular o difícil de tomar, así que para evitarte el disgusto tomas una menos adecuada intentando comprar tiempo.
La deuda de gestión, como todas las deudas, tarde o temprano debe ser pagada (con intereses).
Horowitz refiere tres ejemplos de deuda de gestión:
1. Poner a dos en el cargo.
¿Qué hacer cuando se tiene dos empleados sobresalientes que lógicamente encajan el mismo lugar del organigrama?
Tal vez tienes un arquitecto de clase mundial que está dirigiendo ingeniería, pero no tiene la experiencia para conducir la organización al siguiente nivel. También tienes una persona excepcional en operaciones que no es muy buena técnicamente. Quieres mantener a ambos en la empresa, pero sólo tienes una posición. Así que se te ocurre la 'brillante' idea de poner a "dos en el cuadro" y tomar un poco de deuda de gestión.
Los beneficios a corto plazo son claros: mantienes a los dos empleados, además, no tienes que formar a ninguno, porque, teóricamente, se forman el uno al otro. De un plumazo acabas con el asunto de la falta de formación. Por desgracia, tendrás que pagar por esos beneficios con intereses y a una tasa muy alta.
Los problemas, explica Horowitz, no tardarán en aparecer. Por ejemplo, si todo el departamento baja su rendimiento ¿quien es el responsable? Cuando existe una decisión difícil de tomar ¿a cual de los dos se recurre?
Cuando se cita a una reunión ¿deben los dos estar presentes? Tarde o temprano tendrás que corregir esa situación quitando a uno de los dos del cargo, o el departamento de ingeniería será un desastre siempre.
2. Pagar demasiado a un empleado porque le hicieron una oferta desde otra empresa.
Un excelente ingeniero decide dejar la empresa porque recibe una oferta mejor. Por diversas razones, estabas pagándole poco, pero la oferta de la otra empresa es superior a la de cualquier ingeniero de tu empresa y el ingeniero en cuestión no es tu mejor ingeniero. Sin embargo, está trabajando en un proyecto crítico y no puedes permitirte el lujo de perderle. Así que igualas la oferta. Salvas el proyecto, pero acumulas la deuda.
Así es como tendrás que pagar. Probablemente pienses que tu contra-oferta es confidencial porque le has hecho jurar que guardará el secreto. Permíteme explicar por qué no lo es.
El tiene amigos en la empresa. Cuando le llegó la oferta de la otra empresa, consultó con sus amigos. Uno de sus mejores amigos le aconsejó tomar la oferta. Cuando decidió quedarse, tuvo que explicarle por qué ignoró su consejo o de lo contrario perderá credibilidad personal. Así que le contó y también le hizo jurar que guardará el secreto.
El amigo se comprometió a respetar el secreto, pero se indignó porque tuvo que amenazar con renunciar para conseguir el sueldo adecuado. Además, está furioso por el salario tan alto. Así que le contó la historia a algunos de sus amigos, pero ocultó el nombre para preservar el secreto.
Y ahora todos en ingeniería saben que la mejor manera de conseguir un aumento de sueldo es obtener una oferta de otra compañía y luego amenazar con renunciar. Te va a tomar un tiempo para pagar esa deuda.
3. No gestionar el rendimiento ni realizar evaluaciones a los empleados.
Tu empresa ahora emplea a veinticinco personas y sabes que debes formalizar el proceso de evaluación, pero no quieres pagar el precio. Te preocupa que, de hacerlo, la hará parecer como una "gran empresa". Además, no quieres que tus empleados se sientan ofendidos por los comentarios, porque no te puedes dar el lujo de perder a nadie en este momento.
La gente es feliz, ¿por qué sacudir el bote? ¿Por qué no tomar un poco de gestión de la deuda?
Las empresas lo hacen bien cuando todo el mundo está sobre la misma página y todo el mundo está mejorando constantemente. Ante la falta de la retroalimentación, no hay casi ninguna posibilidad de que tu empresa vaya a funcionar de manera óptima.
Mandar, sin corregir, parecerá confuso y torpe. Las personas rara vez mejoran una deficiencia si no son conscientes de ella. El precio final que pagarás por no dar retroalimentación: sistemáticamente la empresa rendirá como una mierda.
El consejo final.
Cada realmente bueno, realmente experimentado CEO que conozco, comparte una importante característica: tienden a optar por la respuesta difícil en los asuntos de la organización.
Ante la decisión de pagar a todos el mismo bono para hacer las cosas más fáciles o recompensar con precisión el rendimiento y hacer cosquillas, van a hacer cosquillas.
Si tienen que escoger entre de cortar un proyecto popular hoy, debido a que no encaja en los planes de largo plazo o conservarlo por no afectar la moral y parecer coherente, lo van a cortar hoy.
¿Por qué? debido a que prefieren pagar el precio de gestionar hoy y no tener que hacerlo de nuevo.
Pablo A. Arango.
21/4/2015
Pablo A. Arango
Estudié economía, luego hice un máster en finanzas, otro en administración (Executive MBA) y otros dos post-grados, uno en mercado de capitales y otro en liderazgo. Mientras que pienso que mi etapa como estudiante de universidades y escuelas de negocio ha terminado, mi formación, no. Espero seguir aprendiendo durante toda mi vida.Consultor de gestión, estrategia e innovación.
Este es mi blog personal, donde comento acerca de lo que estoy aprendiendo, los libros que voy leyendo y temas que me interesan: creatividad, innovación, gestión, crecimiento personal...
Mi misión: amar, servir, inspirar, crecer.
Espero disfrutes la conversación
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