Algunos mitos sobre el manejo de conflictos que merece la pena revisar.
Por Ana Carrasco.Revolucion Interior.
El camino del conflicto es, en muchas ocasiones, el más largo y difícil, pero también a veces el único viable. El conflicto ocurre cuando dos o más valores, perspectivas u opiniones son contradictorias por naturaleza o no pueden ser reconciliadas.
El primer paso para enfrentar el conflicto y tratar de resolverlo pasa por tomar conciencia de las consecuencias negativas que todo conflicto trae aparejadas, pero también por desterrar algunos mitos sobre su manejo.
Es de sobra conocido que la presencia de condiciones problemáticas favorecen potencialmente la presencia de conflictos en las organizaciones. Éstas pueden ser una mala comunicación o comunicación ineficaz, fallos en la estructura formal de la organización como: claridad en las áreas de responsabilidad, niveles de autoridad, grado de dependencia, etc.; y/o variables de personalidad en algún integrante del grupo de trabajo que pueden resultar molestos para el resto como: un tono o timbre de voz irritante, una actitud despótica, un carácter demasiado dominante, una risa sarcástica, un temperamento ansioso o colérico, etc.
La presencia de conflictos dentro de nuestra organización limita su funcionamiento como consecuencia de las reacciones humanas típicas, como la frustración, la lucha interna, el ausentismo y la rotación de personal:
- Provoca que las decisiones se basen en información incompleta y en impresiones erróneas. El conflicto estimula las emociones en vez de la razón, esto hace que una o ambas partes tomen la decisión de actuar acaparando información, no permitiendo su libre circulación de manera que se reduce la corriente de información en la empresa. Además, puede ocurrir que algunos conflictos se agravan porque una de las partes le atribuye a las otras intenciones diferentes a las que en realidad tienen.
- Interfiere con el funcionamiento normal de los procesos de la organización. Destruye el funcionamiento uniforme de los procesos organizacionales creando desorden. Es ineficiente.
- La atención se aleja de los objetivos organizacionales a favor de las metas personales. Cada parte lucha por vencer a la otra sin percatarse del perjuicio que puede estar provocando a la empresa.
Sin embargo, existen algunos mitos sobre el manejo de conflictos que debemos reconsiderar:
Mito 1. El conflicto es siempre dañino:
No siempre lo es, algunos conflictos traen beneficios. La historia nos ha demostrado que algunos conflictos han sido el inicio de un cambio trascendental. Sin embargo, esto no significa que sea lo mejor el buscar avances generando conflictos todo el tiempo. Los acuerdos, diálogos y consensos son igualmente poderosos.
Mito 2. Si el conflicto se ignora desaparece:
Esto equivale a poner una bomba de relojería en tu empresa. Siempre que se presente un conflicto debe buscarse su solución, ya que normalmente crecen con el tiempo hasta convertirse en una situación aún más difícil de manejar.
Mito 3. Hay que evitar el conflicto y si ya está presente hay que suprimirlo:
Ciertamente evitar conflictos es saludable para las personas y para la sociedad en general, pero no siempre se puede actuar así, ya que hay cambios que son necesarios y deben buscarse sobreponiéndose a los obstáculos.
Mito 4. El conflicto puede ser parte de un proceso constructivo:
A pesar de lo expuesto en los puntos anteriores, en algunos casos un conflicto puede arrojar muchas más pérdidas que ganancias, por lo que, si es posible, es mejor intentar evitar llegar a las situaciones conflictivas. Una vez que estemos fuera de ellas es muy importante evaluar lo ganado y lo perdido.
Mito 5. Es inevitable tener conflictos en la vida cotidiana:
En realidad nada es imposible del todo. Aunque es común tener algunos conflictos, sí es posible reducirlos al máximo trabajando en forma ordenada, planificando y mostrando inteligencia emocional, de esta manera tal vez no desaparezcan los conflictos, pero los que se presenten serán mucho más manejables.
En los procesos de resolución de conflictos, que de por sí son complejos y arriesgados, hay que evitar que se generen nuevos conflictos o enfrentamientos y que ese conflicto que hasta ese momento estaba reducido a unos aspectos determinados se generalice en otras muchas situaciones o con otras personas.
Existen técnicas efectivas para la resolución de conflictos como la negociación en cuatro pasos, la inversión de roles, yo digo/tú dices, Estrategia de las 3 R. (resentimiento, requerimiento, reconocimiento) o la intervención de un mediador. Lo más importante es conseguir el consenso, aunque sea en pequeños apartados concretos y parciales, iniciándose con ellos la colaboración y solución del conflicto.
Debes tener siempre presente que el conflicto es una cuestión de percepción. Una misma realidad puede verse, interpretarse y recordarse de muy diferentes formas dependiendo de la persona que lo observe
Ana Carrasco
19 marzo, 2014
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No especificada.
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Fuente: Revolución Interior
Imagen: Conflict solving
(Recuperado desde Bligoo.com)
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